El fin de semana pasado el influencer Oli London anunció que había conseguido hacer su “transición racial” para parecerse a su ídolo, el cantante de pop coreano Park Ji-min, popularmente conocido como Jimin, miembro de la banda BTS.
“¡Finalmente soy coreano! Hice la transición. Estoy tan feliz de haber completado mi cambio. Estuve atrapado durante ocho años en un cuerpo que no era mío”, dijo London, de 31 años, quien se identifica a sí mismo como “no binario y coreano”.
Por transición, en su caso, se refiere a un proceso de 18 intervenciones quirúrgicas a las que se sometió para lograr su cometido de emular los rasgos asiáticos tan admirados por miles de Kpopers, como se conoce a los fanáticos del género musical K-pop.
La transformación que sufrió para modificar la apariencia de sus ojos, cejas, nariz y labios, entre otros retoques, se calcula que tuvo costos superiores a los 150 mil dólares. Desde entonces, ha dicho que ha sido víctima de bullying y ha librado una lucha interna para encontrar su identidad.
Fueron varios los usuarios en redes sociales que expresaron su molestia, argumentando que modificar sus rasgos no lo hace coreano. “Literalmente se sometió a una cirugía ocular para hacer que sus ojos fueran ‘más asiáticos’ y usa su plataforma para faltar el respeto, infantilizar y fetichizar a los asiáticos a diario”, se leía en uno de los comentarios que cuestionan el actuar de London.
“Esta es mi cultura ahora. Mi apariencia refleja eso. Algunos no lo entenderán, pero para los que han seguido mi camino en los últimos ocho años, en los que he sido muy infeliz, esta noticia no suena a novedad”, respondió a los ataques Jimin, como se hace llamar ahora, en honor al artista que le inspiró para su nueva identidad.
Además, el personaje aseguró al medio estadounidense TMZ que recibió amenazas de muerte y que teme por su vida. “La gente me dice que me mate, que vendrán a buscarme y me dispararán”, contó al medio. “Lo comparo con ser transexual… siento que nací en el cuerpo equivocado. Debería haber sido Jimin en una vida diferente”, comentó.

Frente a las acusaciones de racismo en su contra, el influencer, que cuenta con más de 440 mil seguidores en TikTok y otros 300 mil en Instagram, asegura que solo hizo lo que muchos otros han hecho antes.
“Llegué a Asia, fui a Corea, y una de cada cinco personas se sometió a una cirugía ocular para lucir occidentalizada, para tener rasgos caucásicos”, explicó él, quien en medio de la polémica desatada parece estar feliz con su nuevo rostro.